El consumo en iluminación es una parte muy importante del total de la factura energética de una empresa. Actuar sobre este punto puede conllevar ahorros energéticos y económicos importantes, además de que nuestra actividad sea más respetuosa con el medio ambiente.

Iluminación_ahorro_energía

En nuestro lugar de trabajo, (oficina, taller, comercio, fábrica, etc) la iluminación es un  recurso básico para el desarrollo de la actividad diaria, podemos pensar en lugares de trabajo que no cuentan con sistemas de climatización, por ejemplo, sin embargo a la hora de imaginar un lugar que no cuente con iluminación artificial nos cuesta encontrar un ejemplo.

Además de ser imprescindible, la iluminación puede llegar a representar hasta el 50% del consumo energético del centro. Esto significa que cualquier actuación que llevemos a cabo para mejorar y disminuir el consumo energético en este sistema, tendrá un gran impacto de ahorro energético, que además se traduce en un ahorro económico en nuestra factura.

¿Qué debemos tener en cuenta?

A la hora de plantear ahorros, no solo sobre la iluminación si no sobre cualquier equipo consumidor de energía, debemos actuar siempre desde el punto de vista de la Eficiencia Energética, esto significa que debemos alcanzar el máximo ahorro energético garantizando las mismas o incluso mejorando las condiciones de confort de los usuarios.

Además, todas las actuaciones llevadas a cabo deben cumplir con la normativa vigente, como por ejemplo el Real Decreto de Prevención de Riesgos Laborales que establece unos niveles mínimos de iluminación en función de las tareas a realizar en cada área o el Código Técnico de la Edificación (CTE) en el que se recoge que los edificios de nueva construcción o los que lleven a cabo reformas significativas, dispondrán de instalaciones de iluminación eficientes, disponiendo además de sistemas de control y regulación de la luz.

Ejemplo práctico de medidas de ahorro en iluminación en la oficina.

1. Sustitución de equipos con tecnología tradicional por LED

Aunque la tecnología LED no es nueva en el mercado, la gran evolución a nivel tecnológico que ha experimentado en los últimos años y el abaratamiento de su coste, han supuesto un crecimiento exponencial en la utilización de estos sistemas.

Cada vez es más frecuente sustituir los equipos de iluminación tradicionales, como pueden ser las lámparas incandescentes, (actualmente prohibida su comercialización) que en el pasado iluminaban todos nuestros hogares o el uso de tubos fluorescentes, por nuevas luminarias o lámparas LED que tiene numerosas ventajas:

  • Gran ahorro energético: Los LED tienen un alto rendimiento energético, esto significa que con potencias muy bajas obtenemos altos niveles de iluminación.
  • Mayor durabilidad. Los LED cuentan con una vida útil de unas 50.000 h, esto reduce los costes de mantenimiento y sustitución.
  • Encendido instantáneo: mucho más rápido que las fuentes de luz convencionales, su vida no se reduce por las repetidas acciones de encendido y apagado.
  • Excelente reproducción de los colores: Lo que aporta una mayor sensación de claridad y seguridad.

2. Sensores de presencia

La instalación de sensores de presencia contribuye a reducir el consumo energético en iluminación reduciendo las horas de funcionamiento a las horas de uso exclusivamente necesarias. Estos sistemas pueden conseguir ahorros energéticos de hasta un 60%.

Los sensores de presencian activan la iluminación de forma automática al detectar personas en un espacio determinado y la interrumpen una vez la persona abandona el espacio.

Estos elementos de control son ideales para zonas de transito como pasillos, escaleras, parkings… zonas poco frecuentadas como aseos, office… en los que la iluminación puede permanecer encendida durante largos periodos de tiempo sin que esté haciendo uso del área.

3. Aprovechamiento de la luz natural

Siguiendo el mismo funcionamiento que los sensores de presencia, existen sensores de luminosidad. Estos equipos permiten encender o apagar los equipos de iluminación de forma automática, evitando que las luces permanezcan encendidas cuando el aporte de luz natural es suficiente para desarrollar las tareas a realizar con claridad. Es especialmente recomendable en instalaciones exteriores.

Además, existen equipos que pueden regular la cantidad o flujo de luz artificial a aportar en función de la iluminación natural. Para cumplir con esta función es necesario que los equipos de iluminación sean modulantes.

Otro tipo de medidas para ahorrar energía no conllevan inversiones, sino adoptar buenas prácticas que contribuyen a la reducción de los consumos energéticos como son un buen mantenimiento de las instalaciones, limpieza regular de las luminarias, adecuar los espacios de trabajo a la luz natural para su mayor aprovechamiento y la más importante, apagar las luces cuando se abandona una estancia.